sábado, 4 de diciembre de 2010

Primer silencio..."Entre dos mundos una mentira"

Todo ha sido una mentira. Eso quiere decir que he vivido inmerso en ella durante los últimos veinte años de mi vida, terrible pero cierto. Una mentira genera otra, y esa otra otras y así hasta conseguir un mundo irreal donde la verdad no existe, solo es una palabra que trae consigo el diccionario y que a veces muchos niños curiosos buscan para saber su significado... como nosotros buscamos en algún momento la palabra “puto”, “tarado” o “culo” invadidos por la intriga de cómo definiría un libro a esos vocablos.

En estos momentos ya no sé qué pensar, he llegado a tal punto de dudar sobre mi, ¿seré yo también una mentira? Mi mundo al parecer nunca fue como creí que era, las personas que me rodeaban nunca fueron lo que aparentaban ser, ni si quiera las más cercanas a mi.

Ahora pienso en ello y no sé qué significa la vida realmente, qué significa el amor, la tristeza y la felicidad de la cual muchas personas afirman ser víctimas.

No quiero recordar cómo fue que todo esto sucedió porque no creo que sea saludable para mi mente, pero a su vez considero que eso puede llegar a ser un paso importante para salir de este dilema que me aturde a toda hora.

Cuando llueve, cuando el sol se esconde y el cielo nos muestra su lado oscuro pienso en ella, cuando la brisa acaricia mi rostro y sobrevuela mis cabellos ya largos pienso en ella como si hubiera sido real. Quizás lo fue, pero en aquel mundo no en este. Cuando las estrellas iluminan mis ojos y la luna los encanta con su belleza vuelvo a pensar en ella melancólico. La extraño y eso nada podrá cambiarlo, ella fue mi mundo cuando yo no pertenecía uno definido.

Ahora estoy aquí, en una realidad que creo que no me pertenece y con una vida que desconozco totalmente.

En estos momentos hay personas a mi lado que dicen quererme y hasta amarme, eso me confunde, puedo sentir el latir de mi cabeza debido a la confusión y además por los susurros que no logro descifrar. Hay miradas desgarradoras; siento que mi tamaño disminuye con cada comentario y que con cada mirada se desvela algo muy profundo de mi, eso me asusta un poco. Esas personas navegan en las aguas más profundas de mi océano sin dejar algún milímetro cuadrado por conocer. El tesoro del pirata es encontrado y yo no sé si dentro hay oro, o monedas de cartón.

Sus miradas me desnudan y no encuentro el modo de poder evitarlo.

Suena una campana acompañada por la voz de una aparente locutora que da por habilitado el horario de visitas, yo por supuesto no entiendo nada, quiero preguntar de qué se trata pero no emito sonido. Sólo caen lagrimas por la frustración de no saber nada y de no poder manifestarme. Quiero moverme pero mi cuerpo no me lo permite, es como si los comandos funcionales de una computadora estuvieran fallando a una orden.

Me siento fuera de mi.

Mientras pienso en eso, y la frustración y la confusión aumentan cada vez más entra un hombre alto, canoso, de lentes y con unos cuantos años dándose a conocer mediante las arrugas de su cara. Viste una túnica blanca de maestra y anuncia su entrada con un muy sutil: “ Buenos tardes”

-Buenos tardes no porque no he comido- agrega un hombre corpulento de cabello rizado y negro azabache.

Todos sonrieron pero la cara del anciano no demostró gracia alguna, hizo una mueca que demostró más molestia que simpatía.

-Vengo a decirles que al parecer por los exámenes realizados el paciente está saliendo del trastorno cerebrovascular. Los exámenes afirman que lentamente se pondrá bien. Aconsejamos no brindarle mucha información de una sola dosis porque podría volver a recaer en lo mismo.

Familia... apóyenlo y no le permitan volver a escribir porque eso lo afecta notoriamente y ustedes mismos lo han comprobado- Mientras hablaban me miraban con ojos brillosos. ¿estarían hablando de mi? Yo nunca estuve enfermo, no sé por qué razón viajo por diferentes mundos, extrañando a uno y desconociendo al mismo tiempo más tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario