sábado, 4 de diciembre de 2010

Primer silencio..."Entre dos mundos una mentira"

Todo ha sido una mentira. Eso quiere decir que he vivido inmerso en ella durante los últimos veinte años de mi vida, terrible pero cierto. Una mentira genera otra, y esa otra otras y así hasta conseguir un mundo irreal donde la verdad no existe, solo es una palabra que trae consigo el diccionario y que a veces muchos niños curiosos buscan para saber su significado... como nosotros buscamos en algún momento la palabra “puto”, “tarado” o “culo” invadidos por la intriga de cómo definiría un libro a esos vocablos.

En estos momentos ya no sé qué pensar, he llegado a tal punto de dudar sobre mi, ¿seré yo también una mentira? Mi mundo al parecer nunca fue como creí que era, las personas que me rodeaban nunca fueron lo que aparentaban ser, ni si quiera las más cercanas a mi.

Ahora pienso en ello y no sé qué significa la vida realmente, qué significa el amor, la tristeza y la felicidad de la cual muchas personas afirman ser víctimas.

No quiero recordar cómo fue que todo esto sucedió porque no creo que sea saludable para mi mente, pero a su vez considero que eso puede llegar a ser un paso importante para salir de este dilema que me aturde a toda hora.

Cuando llueve, cuando el sol se esconde y el cielo nos muestra su lado oscuro pienso en ella, cuando la brisa acaricia mi rostro y sobrevuela mis cabellos ya largos pienso en ella como si hubiera sido real. Quizás lo fue, pero en aquel mundo no en este. Cuando las estrellas iluminan mis ojos y la luna los encanta con su belleza vuelvo a pensar en ella melancólico. La extraño y eso nada podrá cambiarlo, ella fue mi mundo cuando yo no pertenecía uno definido.

Ahora estoy aquí, en una realidad que creo que no me pertenece y con una vida que desconozco totalmente.

En estos momentos hay personas a mi lado que dicen quererme y hasta amarme, eso me confunde, puedo sentir el latir de mi cabeza debido a la confusión y además por los susurros que no logro descifrar. Hay miradas desgarradoras; siento que mi tamaño disminuye con cada comentario y que con cada mirada se desvela algo muy profundo de mi, eso me asusta un poco. Esas personas navegan en las aguas más profundas de mi océano sin dejar algún milímetro cuadrado por conocer. El tesoro del pirata es encontrado y yo no sé si dentro hay oro, o monedas de cartón.

Sus miradas me desnudan y no encuentro el modo de poder evitarlo.

Suena una campana acompañada por la voz de una aparente locutora que da por habilitado el horario de visitas, yo por supuesto no entiendo nada, quiero preguntar de qué se trata pero no emito sonido. Sólo caen lagrimas por la frustración de no saber nada y de no poder manifestarme. Quiero moverme pero mi cuerpo no me lo permite, es como si los comandos funcionales de una computadora estuvieran fallando a una orden.

Me siento fuera de mi.

Mientras pienso en eso, y la frustración y la confusión aumentan cada vez más entra un hombre alto, canoso, de lentes y con unos cuantos años dándose a conocer mediante las arrugas de su cara. Viste una túnica blanca de maestra y anuncia su entrada con un muy sutil: “ Buenos tardes”

-Buenos tardes no porque no he comido- agrega un hombre corpulento de cabello rizado y negro azabache.

Todos sonrieron pero la cara del anciano no demostró gracia alguna, hizo una mueca que demostró más molestia que simpatía.

-Vengo a decirles que al parecer por los exámenes realizados el paciente está saliendo del trastorno cerebrovascular. Los exámenes afirman que lentamente se pondrá bien. Aconsejamos no brindarle mucha información de una sola dosis porque podría volver a recaer en lo mismo.

Familia... apóyenlo y no le permitan volver a escribir porque eso lo afecta notoriamente y ustedes mismos lo han comprobado- Mientras hablaban me miraban con ojos brillosos. ¿estarían hablando de mi? Yo nunca estuve enfermo, no sé por qué razón viajo por diferentes mundos, extrañando a uno y desconociendo al mismo tiempo más tarde.

jueves, 30 de septiembre de 2010

¡Dos, tres, corte!

Todos miran hacia fuera para presenciar (con cautela claro) el “gran” evento que está por ocurrir en el pueblo. Seguramente no sea el primero, pero siempre a la gente le atrae este tipo de cosas.
El día está nublado, el sol se ha empeñado en esconderse desde las 2.30 pm. Como si no quisiera tener nada que ver con lo que va a suceder más tarde.
Todo se transforma en un absoluto y total silencio, solamente se puede oír el sonido del pedregullo bajo las botas de cuero que cada uno lleva en sus pies.
“Trac, trac, tac” es lo que se oye, e incluso se ve. La cámara se enfoca en sus botas, en sus vaqueros todos gastados y hasta agujereados en la parte de los cuadriceps y muslos debido (tal vez) a su trabajo. Sigue subiendo y vemos el cinturón donde ambos llevan sus armas por si acaso fuera necesario utilizarlas. Más arriba se observa el chaleco de cuero vacuno por encima de la camisa desgastada que lleva Jack, y por supuesto su sombrero negro indiferenciable al de todos los demás por el detalle que lleva al frente; por el toro salvaje que ningún otra persona de la ciudad tiene. Si vemos a John, él también calza botas de cuero marrones, pantalón vaquero desgastado y roto, cinturón armado por seguridad, pero al contrario de Jack, este lleva una camisa estampada roja y blanca, con una chaqueta de cuero negra por arriba. Sin mencionar la chalina que es igual a la camisa pero desflecada. El sombrero de John es como el de muchos en el pueblo; es marrón y no tiene ningún detalle que lo haga especial como el de Jack. Sus miradas comienzan a cruzarse y el aire se convierte en tenso, un ambiente donde muchos no querrían estar. Las miradas se acercan cada vez más y aumentan su intensidad, parece que quisieran estudiarse para luego actuar con más facilidad, o que simplemente estuvieran irradiando un veneno letal que no pueden dejar de liberar porque sino la muerte les ganaría la batalla. “Trac, trac, trac” sigue siendo lo que se escucha hasta que un hombre del bar pega un grito para que aquello comience de una vez por todas, pero parece que eso a los dos vaqueros no les importa, parece que no lo hubieran escuchado porque no dan signo de comienzo. El pedregullo sigue rugiendo y desde los alrededores todos siguen pendientes, aunque no pareciera porque las típicas puertas de vaivén de los bares no se mueven, y porque por las ventanas no se observa signo de vida alguno. -¡Cuento hasta tres y disparamos!- anuncia John. Jack afirmó haciendo un movimiento brusco con la cabeza, de arriba hacia abajo. -Uno....dos....y.... - grita atento el hombre -¡Corte!- grita el director de la película- descansamos y luego retomamos el duelo, hay mucho tiempo todavía, no nos apresuremos. Los actores retiraron sus manos que se encontraban en el arma del cinturón de inmediato y fueron a la hora de descanso, para seguir grabando el enfrentamiento más tarde, y así preparar todo lo que implica un muerto en una película. Ahora el “pueblo” estaba invadido por maquilladores, camarógrafos, coordinadores y actores, todo había cobrado vida una vez más.

jueves, 5 de agosto de 2010

Los 10 mandamientos de un dormilón

Hola, acá publico unos mandamientos para dormilones(como yo) que escribí hoy para reírnos un rato...Saludos
  1. No pongas el despertador, no vaya a ser que te despierte en la mejor parte del sueño.
  2. Tu cama no es la que tiene “poderes”, ese eres tú así que aprovéchalos.
  3. Dormir es un arte por eso no le faltes el respeto, y trata de mejorar. Todos sabemos que tú puedes hacerlo.
  4. No duermes mucho, en realidad descansas más despacito.
  5. Ama, respeta y extraña siempre a tu cama, cuídala tanto como lo haces contigo.
  6. No “invernas” sino que estudias a otros animales y los imitas para aprender sus conductas.
  7. No creas en los que te dicen “dormilón” ellos no entienden nada de arte.
  8. Sé gentil con las demás personas que se dedican a lo mismo que tú, incluso “ayúdalos” aunque no lo necesiten, eso hablará bien de ti.
  9. Consulta tus dudas con la almohada siempre tendrás apoyo..
  10. Respeta y honra estos mandamientos, al igual que a tu cama y tu almohada.

martes, 3 de agosto de 2010

Un día de Anita

Un día de Antia se podría describir en pocas palabras. Pero este no es el caso.

A la mañana, al mediodía y a la tarde ahí está ella, se convierte en tu sombra sin importar a dónde vayas. Es una de las sombra más linda que podría tener.

Es cierto que no es muy enérgica a veces, pero busca el momento oportuno para serlo, disfrutarlo y hacernos disfrutarlo a nosotros.

Utiliza un lenguaje muy particular el cual he ido aprendiendo en este tiempo. Para entenderlo hay que mirarla a los ojos, ahí está la clave, la respuesta a las preguntas, es como si sus ojos hablaran un idioma mundial, así es.

Está siempre al pendiente de algún momento en el que pueda recibir caricias, tan atenta que al instante en el que bajas una mano aparece ella para gozar de ser mimada. Apoya sus patas delanteras en tus piernas y con el hocico te busca la mano para que la acaricies y así poder entrecerrar los ojos, como si se estuviera durmiendo del placer.

Sería la hija pequeña que toda madre desea a la hora de la siesta, pero tiene una particularidad que muchas personas le reprochan a otras... ronca, y lo hace tan bien como el mismo dormir.

Como todo perro tiene sus picardías, quizá no las más comunes pero las tiene. No sé por qué (y creo que nunca lo sabré) le fascina entrar en la estufa (cuando está fría claro, aunque quiero decir que una vez intentó hacerlo mientras el fuego estaba encendido, se quemó el hocico y hasta el día de hoy no lo ha vuelto a hacer, cuando esta se encuentra caliente solo se acerca para abrigarse)

Hace unos días aprendimos que cuando estamos ausentes debemos cerrar las puertas de las habitaciones. Se preguntarán por qué... sucede que cuando no nos encontramos en casa, a ella se le ocurre llevar hasta su lugar pertenencias de cada miembro de mi casa. Por ejemplo, se lleva una media de mi madre, un zapato de mi padre y un chaleco mío.

Hay que decir que reconocerla en la oscuridad es difícil porque el negro de la noche la esconde formando un color homogéneo.

Algo importante también es que nunca jamás ha hecho sus necesidades dentro, incluso una noche fue a mi cama a despertarme y avisarme que quería salir al “baño”. Yo dormía muy placida (como siempre) y de repente sentí que algo me tocaba; era Anita (o Ani como yo la llamo) que fue a interrumpir mi sueño para que le abriera la puerta y así salir a hacer sus necesidades tranquila.

Muchos dicen que los perros son los animales más leales (incluso más que los humanos, que también son animales) porque si le entregas el corazón, ellos harán lo mismo y además no les importará si eres: rico, pobre, sordo, mudo o ciego, ellos igual te querrán, solo basta con que le des amor. Así son ellos.

Así es un día de Anita, así es la perrita que tanto quiero.

domingo, 1 de agosto de 2010

Un juego X

No puedo decir con exactitud si está nervioso o relajado. Si está asustado o no. Solo sé que es su turno, después de la espera enfermiza finalmente le toca a él, y supongo que eso le agrada ya que podrá mostrar lo que sabe y le gusta hacer.

Nadie lo obligó a presentarse fue su decisión, quizá su familia y amigos lo alentaron para que se animara, pero quien finalmente decidió seguramente haya sido él.

Ahora mueve la cabeza hacia arriba y hacia abajo indicando que está preparado; que va a comenzar.

Después de haber hecho lo que hizo la prensa por supuesto no lo deja irse sin antes hacerle unas preguntas no muy largas, pero también le permiten mandar saludos entonces él dice: “A mi familia y amigos que siempre me apoyan en lo que hago”.

En la pantalla gigante pasan la reiteración de los hechos para contemplar la espectacularidad de lo sucedido hace instantes nada más.

Ahí lo muestran... el muchacho en su bicicleta blanca con el casco gris todo escrito lanzándose por la mega-rampa aumentando de velocidad para saltar, hacer varias piruetas y llevar la bicicleta hacia su cuerpo, y así calzar los pies en los pedales para caer bien, acumular puntos y además lograr pasar a la próxima etapa en X games transmitido por ESPN.

martes, 20 de julio de 2010

Lo que van a leer a continuación es una anécdota que me contaron. Los nombres han sido cambiados para no develar la verdadera identidad de los personajes...
Un misterio a ojos cerrados

Mamá había salido a caminar como todos los días. Eran las ocho de la mañana y yo sin preocupación. Era una adolescente de diecisiete años (aproximadamente), nunca había pasado nada; siempre me quedaba sola y todo estaba muy tranquilo. Lorena dormía en la cuna que estaba en el cuarto de mamá y papá, yo hacía prácticamente lo mismo en el mío. Era sábado no tenía clases y era muy temprano para levantarme, además digamos que siempre me gustó (y aún me gusta) dormir...

Tenía planeado levantarme a las diez a estudiar para inglés porque tenía prueba el lunes y no quería dejar todo para lo último y enloquecerme por la falta de tiempo o por alguna distracción se me presentara.

Acatemos que no soy de sueño profundo, nunca fui una persona que apoyara la cabeza en la almohada y no sintiera absolutamente nada, que aunque la casa se prendiera fuego y hubieran explosiones donde los bomberos vinieran y apagaran todo yo seguría durmiendo como si nada hubiese ocurrido. No, ¡por suerte no fui ni soy así!

Estaba dormitando, no quería levantarme porque estaba frío así que decidí quedarme en la cama abrigada por las frazadas y acolchados, no puedo decir nada de la bolsa de agua caliente porque a esa hora ya estaba en el suelo debido a su baja temperatura.

Como decía, estaba entre despierta y dormida hasta que sentí que los perros ladraban desaforadamente y oí también fuertes ruidos en el fondo de mi casa donde estaban los dos animalitos, esos fuertes ruidos resultaron ser grandes piedras de hormigón.

Escuché que la puerta de la cocina se abría, mamá no era porque recién había salido, además nunca entraba por la cocina siempre lo hacía por la puerta del living, siempre... Después percibí pasos en el pasillo, en ese momento quedé paralizada en la cama apenas respiraba. Pero más inmóvil quedé cuando me di cuenta que esa persona estaba en mi dormitorio, cerré los ojos con fuerza imitando estar dormida para que no sospechara que sabía de su presencia. Este se acercó a mi y me respiró agitado en la cara, recuerdo un olor muy particular. Olor a putrefacto que dejaba a su paso. Todavía lo tengo presente y creo que no lo voy a olvidar nunca jamás, se quedó impregnado en mi nariz. Puede decirse que supervisó que no hubiera nadie o si había alguien que estuviera durmiendo.

Volvieron los pasos, se estaba yendo de mi habitación y se fue a la de mi hermano, no sé si fue a buscar plata o qué porque cuando todo había terminado inspeccionamos si faltaba algo pero no, no se había llevado nada.

De despistado o asustado (no sé) se topó con el ventilador de Martín por delante. Lorena (de un año de edad) había empezado a llorar así que mi reacción fue decirle con voz dulce “ta Lore... ta..” (siempre de ojos cerrados, haciéndome la dormida claro)

El hombre regresó rápidamente a mi habitación y volvió a acercarse a mi y a respirarme agitado en la cara. Estaba muerta del miedo, en ningún momento quise abrir los ojos porque si los abría podría pasar cualquier cosa . No quise correr el riesgo así que seguí actuando y diciendo “ta Lore... ta...” como si estuviera soñando con mi hermana pequeña.

El tipo seguía respirando en mi rostro, pensé las peores cosas que se me podían ocurrir, el tiempo se hizo eterno... los segundos eran horas, los minutos días. Fue terrible, el tiempo psicológico me decía que hacía como media hora o más que estaba mirándome de cerca. Volví a sentir su aroma inconfundible. El tiempo pasaba y pasaba.

Una vez que se retiró de mi cuarto fue al de mis padres donde estaba mi hermana y la upó (pude darme cuenta después que se fue porque la niña estaba a los pies en la cuna, y el hedor estaba en el dormitorio)

Posteriormente lo escuché salir. Dejó la puerta y la banderola de la cocina abierta, entonces reflexioné que a causa de que la banderola estuviera rota pudo meter el brazo y destrancar la puerta para así entrar. Enseguida que se fue salí corriendo y gritando de camisón ( de esos largos que llegan a los tobillos, y que tienen voladitos en todas partes) a la casa del vecino a decirle que por favor me ayudara que había entrado un hombre a casa y estaba sola. Daniel trataba de tranquilizarme, me decía que todo ya había pasado y que de seguro había sido un sueño, yo muy segura le afirmaba que no, que todo había sido real. Le mostré que Lorena estaba cambiada de lugar, que en los almohadones de mi cuarto había pisadas de barro y claro, le enseñé el olor que todavía no desaparecía. El ventilador de mi hermano que se le había caído y lo levantó, pero mi vecino me seguía diciendo que se habría caído solo, así que yo seguía afirmándole que no, que todo pasó que un hombre entró a mi casa y no fue un sueño.

A la noche papá encontró en el fondo grandes cascotes, pensamos que los habían tirado por los perros y aún opinamos que así fue.

Lo más curioso es que no robó nada, si hubiese querido hacerlo lo hubiera hecho porque tuvo todo el tiempo del mundo. Tuvo el suficiente como para llevarse toda la casa. La pregunta es ¿ a qué entró? y ¿quién era? Han pasado diez años y todavía me hago esas preguntas, me encantaría saber quién fue el hombre que entró a mi casa se quedó en mi cuarto respirándome en el rostro, que no robó nada y tomó en sus brazos a mi hermana menor.

Siempre será un misterio, tuvimos nuestros sospechosos pero nunca sabremos con exactitud la verdad.

Uno a la Uruguaya por favor...

Explotan tres millones de gargantas. Todo un país unido por lo mismo, sin discriminación racial, ideológica, política ni económica. Todo un país unido por la gloriosa celeste.

Hoy la selección uruguaya de fútbol jugó ante Ghana en octavos de final.

Si me dijeran como titular el partido diría “fue un partido a la Uruguaya”. Fue así porque lo sufrimos... los oponentes doblaban de tamaño a nuestros muchachos, el arbitro fue totalmente parcial al ejercer su labor y nosotros tuvimos que poner toda la garra charrúa para llegar al resultado tan anhelado por todos.

Comenzó el partido y a su paso comenzaron a florecer las faltas no cobradas por el juez, déjenme decir que no fueron pocas.

Si vamos sobre el final del primer tiempo el equipo de África nos marca un gol. Entre festejo y festejo de nuestros oponentes se acaba el primer tiempo. Ya comenzado el segundo el jugador del club Atlético Madrid, el número diez Uruguayo; Diego Forlán transforma un tiro libre en un golazo que nos coloca en el empate . Ya estábamos 1 a 1.

Todos festejando por lo sucedido, lagrimas de por medio, abrazos, risas, saltos, gritos y lo infaltable... los cuetes que siempre tiran los vecinos.

El partido siguió y siguió... las faltas que no se cobraban seguían creciendo cada vez más. Ya eran margaritas amarillas instaladas en el jardín del árbitro.

Los Ghaneses volvieron a llegar a nuestra valle y esta vez no fue Fernando Muslera quien atajó... Lo hizo el jugador del Ajax el número 16, el goleador; Luis Suárez actualmente llamado mano bendita. Estaba Fucile a su lado pero no llegó entonces el nueve Uruguayo le pegó con las manos a la pelota e impidió lo que hubiese sido un gol que ponía el partido 2 a 1 en nuestra contra. El juez le dio frutillita y ahora no podrá jugar contra Holanda el martes.

Suárez goleador y también golero...

Su madre contó a la televisión que de chico jugaba de arquero en partidos muy difíciles, así que la mano bendita tiene sus respectivos antecedentes.

El partido continúa y el juez cobra penal a favor de Ghana y Asamoha Gyan lo patea. Todos estábamos convencidos de que hasta ahí habíamos llegado, o por lo menos Suárez que lloraba y se agarraba la cabeza en ese momento. Gyan toma distancia y patea, Muslera se tira hacia la derecha y ve pasar la pelota hacia arriba. Había sucedido lo increíble, el balón había reventado en el travesaño del arco Oriental. Todos gritábamos de felicidad, no lo podíamos creer. ¿Quién lo hubiera imaginado? Nuestro golero besaba el travesaño y saltaba. Teníamos la oportunidad de seguir el partido y entrar a semifinal después de tantos años.

Por lo anteriormente mencionado el resultado seguía sin variantes, así que se tenía que definir de algún modo, por eso llegaron los penales.

Suárez ya estaba echado, así que no podía patear ni atajar.

Nuestro golero logró impedir dos goles y Sebastián “El Loco” Abreu definió los penales picando la pelota... Quizá muchos sabíamos que lo haría, pero el caso es que el golero de Ghana no, y se tiró hacía la derecha a impedir el gol que los descalificaría a ellos del Mundial.

Explotaron tres millones de gargantas El Loco había metido el gol y ya estábamos en semifinales.

En las calles Uruguayas había niños felices, personas llorando de emoción y felicidad... caras pintadas y no pintadas cantando canciones Uruguayas de fútbol. Todo un país unido por la victoria de la apreciada celeste... sin ninguna diferencia social. Todos unidos compartiendo lo mismo.

Y muchos dicen que el fútbol no sirve para nada...

sábado, 17 de julio de 2010

Garra charrúa en carne y hueso

Un partido realmente intenso entre el conjunto Uruguayo y el Alemán. Ambos luchando por el tercer puesto del Mundial, ya que Alemania fue derrotada por España 1 a 0, y Uruguay por Holanda 3 a 2.

El primer gol fue de el número dos de los Alemanes poniendo muy nerviosos a todos los celestes. Cae del cielo Edinson Cavani mediante un pase de Suárez y transforma el partido en un empate tranquilizante para todos nosotros.

La garra charrúa en carne y hueso comenzó a mostrarse... Jorge Fucile una gran estrella del partido, demostró que el equipo estaba totalmente dispuesto a dar todo para estar en el tercer puesto mundialista. Al igual que Diego Godín, Diego Pérez, Forlán y todos los que conforman la selección.

En la entrevista de prensa dijo el maestro Tabárez: “En el fútbol se juegan innumerables cantidades de pelotas, pero las que definen son poquitas, generalmente son las que se juegan en el área” Eso sucedió en el segundo tiempo el diez de los Uruguayos gira 180 grados el partido marcando un segundo gol. El partido había girado notablemente estábamos 2 a 1. Volvieron a explotar tres millones de gargantas en nuestro país. Felices, todos contentos.

Posteriormente hubieron otras oportunidades de Suárez, Cavani y Forlán para terminar de definir el partido, pero como dijo el director técnico Uruguayo las pelotas que definen son muy poquitas; los intentos fueron fallidos.

La pelota se jugaba, se acariciaba y se mimaba; los jugadores la cuidaban como una madre a un hijo. Pero como esto es fútbol la pelota también se pierde.

El terreno de Muslera estaba invadido, la pelota rebotaba, iba y venía hasta que un jugador contrincante cabecea y vuelve a posicionar el partido en un empate.

Terminando el segundo tiempo los alemanes se acercaban con más frecuencia a nuestra área, todos los Orientales anhelábamos profundamente el gol de los charrúas que nos instalara en el triunfo. Sucedió lo que no queríamos; el tercer gol de el cuadro opuesto a finales del segundo tiempo, aproximadamente en el minuto treinta y siete.

Queríamos e intentamos volver a una igualdad pero tras unas cuantas oportunidades no sucedió, todos estábamos nerviosos pero igualmente orgullosos por todo lo logrado.

Antes de que todo terminara se cobró un tiro libre a nuestro favor y Forlán lo pateó... todo Uruguay en silencio viendo qué iba a suceder. No se pudo... el balón reventó el travesaño.

El partido se perdió 3 a 2 pero demostrando que no somos un contrincante fácil y que sobre todo.. estamos hechos de la insustituible GARRA CHARRÚA la cual nos caracterizó en este mundial 2010. Escribimos historia a punta de humildad, dignidad, esfuerzo, orgullo y reitero.. la insustituible garra charrúa...

¡Hola!

Hola amigos, les doy la bienvenida al blog.
Soy una adolescente de catorce años, me gusta escribir disfruto mucho al hacerlo y por eso decidí publicar los textos en un lugar donde las demás personas puedan leerlos y no tenerlos guardados "sin uso" por decirlo de alguna forma.
Aquí va el primero...
La inesperada sensación

Acostado suavemente sobre ella, se deja llevar y llevar.

La brisa se convierte en viento que corta su rostro en rebanadas disparejas. Mientras mueve hacia arriba y hacia abajo la visera del gorro de lana gruesa, marrón y gris. El poco cabello que logra escapar de ese conjunto de lana con un determinado punto de tejido que conforma su apreciada gorra, baila indiscriminadamente hacia todos lados sin separarse del punto de origen.

El viento entrecierra sus ojos y no le permite ver con demasiada lucidez lo que le espera más adelante. Seca sus labios dándole a probar nada más que el sabor de la curiosidad enfermiza y algo de tierra que pudiese encontrarse allí mismo. Congela su respiración nasal y bucal tanto que para regresar a la normalidad tendría que detener todo, absolutamente todo, parar en medio del suceso sin importar nada más en el mundo que eso, simplemente eso.

La toma entre sus manos suaves y delicadas sin soltarla. Tiene su cuerpo masculino con todos sus rasgos pegado al de ella, sin ejercer movimiento alguno.

Sus piernas sobresalen de ella con tenue movimiento hacia arriba y hacia abajo, sintiendo la presión de la velocidad aumentar. Sus manos comienzan a transpirar y teme soltarla, dejarla ir, y caer al vacío. El cual podría ser irremediable existen numerosas posibilidades de que así lo sea.

Aumentan cada vez más los rizos castaños que salen de la gorra; esta se está yendo, pronto volará como un ave hasta llegar adonde alguien más la haga sentir que para algo está en el mundo. No sólo porque si, por algo ha de ser que está.

Volviendo a sus manos. Estas piden a gritos que todo acabe de una vez. Él no quiere correr riesgo alguno y con todas sus fuerzas la toma; la agarra.

Todo por fin está terminando, así que con un simple y brusco movimiento hacia delante apreta los frenos y termina con la picada de moto que habrá durado dos o tres segundos, quizá más exactamente cuatro.